viernes, 18 de mayo de 2018

En esta vida no.

Dolor, desesperación, mi llanto no cesaba, mis manos estaban sobre el vidrio de aquella ventana de ese quirófano, la persona que he amado por más de lo que puedo decir está a punto de terminar con su vida y yo no puedo hacer nada.

Recuerdo el día que lo conocí, mi hermana le dio vida el 9 de agosto de 1997, estaba presente siempre que nacía o perecía alguien, era nuestro trabajo mantener el equilibro entre ambos reinos, el de la vida y la muerte. Recuerdo sus hermosos ojos color pistache con tanta vida que no podía dejar de admirarlo, era tan solo un bebé en ese entonces y ya me cautivaba, con el paso de los años lo vi crecer, jugar, correr, llorar y desgraciadamente también lo vi amar.